sábado, 16 de julio de 2011

no sabe!?

Un viejito va al oculista, y le dan unos anteojos, y dice el viejito al oculista:
¿Está seguro que con estos anteojos voy a poder leer bien?
Y le dice el oculista:
¡Sí!
A lo que el viejito responde:
¡Que bueno, porque yo no sé leer!

Bueno, yo los acepto

En un autobús repleto de viejecitos, en una gira especial a Lourdes para
gente de tercera edad, una viejecita le toca el hombro al chofer y le brinda
un buen puñado de cacahuates (maní) sin cáscara.

El chofer sorprendido le da las gracias y se los come con agrado.

Cinco minutos después, la abuelita repite, el chofer vuelve a agradecerle el
gesto y se come los cacahuates.

Cinco minutos mas tarde, la anciana viene con otro puñado.

El chofer ya no puede comer más y le pregunta:

- Dígame abuelita, es muy gentil de su parte atiborrarme de cacahuates, pero
¿usted no cree que, a lo mejor, sus cuarenta amigos y amigas querrían
también unos pocos?

- ¡ No se preocupe joven!, no tenemos dientes para masticarlos y sólo
chupamos el chocolate que los recubre!